Translate

lunes, 21 de julio de 2014

13- LA INTUICIÓN

INTUICIÓN
                                                                                   
            Hermanos en la Luz de Cristo:   Estamos observando vuestras almas. Desde nuestra visión, muy diferente a la vuestra, podemos ver vuestras almas en su camino por la Vida interna, podemos ver sus vibraciones y cualidades, podemos observar su desarrollo, su grado de apertura. Podemos ver en el Jardín Planetario, tantas “rosas” creciendo, muchos son capullos que apenas se están abriendo de cara al sol, otras son tan solo tallos espinosos, donde el capullo ni siquiera puede divisarse aún, y otras…, ya pueden verse como rosas con varios de sus pétalos abiertos, desplegados y emanando un particular perfume…
            Podemos ver a las almas claramente, y las comparamos con flores para que entendáis, al menos con símbolos, algo de lo que significa nuestra visión de vosotros.
            Como almas que sois estáis en un mundo material, revestidos de su materia, ya que el Planeta ha aportado de su sustancia para que podáis tener cuerpos materiales. Estos son los que corresponden a vuestra vida humana, ‘personal’.

            El hombre se ve y observa habitualmente a sus iguales como “personas”, es decir, ve “cuerpos”, “vehículos”, “ropajes”, confundiendo permanentemente, diariamente, lo que ve con el “ser”. El ser humano no sabe todavía ver el “ser”, no ve en profundidad, solo ve la superficie de la cosas; no ve las “esencias”, ve solo las “formas”.

            Los sentidos materiales, que necesarios son por un lado para manejarse en el mundo material, desde el punto de vista espiritual han confundido al hombre, porque este ha  interpretado que lo que puede ‘ver’ y tocar’ es lo real, y no es así.
La mente humana ha caído en una red de ilusiones, interpretando las percepciones materiales como LO REAL. Todos los estudiantes del mundo deberán ahondar en este tema si quieren despegar de una visión superficial, que opaca a la vida interna, y es ‘miopía’ para los asuntos de la vida del alma.

Tenéis que transitar un camino arduo para salir de vuestra corta visión y entrar en el ‘VER’ de la realidad verdadera. Comenzad por el estudio de verdades metafísicas. El ‘estudio’ es vuestro primer aliado para salir del “sueño”. Luego entrad en “el sendero de la meditación”.

Esto, os decimos, no es fácil. “Meditación” contempla muchos caminos. “Sentid” cuál es el vuestro, y seguidlo. No todos necesitan transitar las mismas cosas, cada peregrino posee una clave particular para su propio despertar. No os apeguéis a enseñanzas estándares. Sed creativos. Tomad de las formas y sistemas existentes lo que sentáis verdadero, lo que os sirva, y cread vuestras propias formas y maneras de meditación; pero ahondad antes en el tema.
De vuestras propias intenciones, decisiones y esfuerzo depende que podáis salir de la rigidez de vuestra percepción superficial, o que quedéis varados e inmóviles en la ilusión.

Una pauta más os damos. Cuando hablamos de VER hondamente, no nos referimos especialmente a la “clarividencia”, que lejos estará para muchos de vosotros todavía, nos referimos a volveros “sensibles”. Nos referimos a “ver con el corazón”, por llamarlo de una forma entendible; hablamos del despertar de la verdadera INTUICIÓN.

Intuición, esotéricamente, es visión de la esencia de las cosas. Por lo tanto, es en última instancia, percepción de la Unidad de la Vida.
Pero no bastan palabras como estas, es necesario llegar a vivenciarlo.

Debéis desarrollar la ‘capacidad perceptiva y sensitiva’.
La correcta ‘Meditación’ conduce a este despertar y desarrollo.

La purificación de la mente y del corazón son cruciales para el nacimiento de la INTUICIÓN, que es la razón pura o esencia de la cosas. Esto sí está a vuestro alcance, pero tendréis que entregaros a un camino de purificación interior, y acompañar todo el proceso de depuración con la AUTOOBSERVACIÓN. Seguid todo el proceso de purga psíquica atentamente; aunque os duela, seguidlo atentamente, como buenos estudiantes de la vida, seguidlo paso a paso, y llegaréis al final del camino con la asimilación de toda la lección interna que esto significa. Comprended que solo dos cosas podéis hacer:

1-     Decidir entregarse a la purificación.
2-     Seguir el proceso sin resistencias hasta el final.

Si sois dóciles y observáis todo con la actitud del estudiante, que no opone resistencias al aprender por más dura o difícil que parezca la lección, estaréis permitiendo que la limpieza interna se efectúe, y así podrá ir naciendo esa nueva capacidad en vosotros: LA INTUICIÓN.
A veces habéis tenido ráfagas de esta percepción interna y profunda, pero son solo ráfagas, ‘relámpagos intuitivos’ que luego desaparecen porque la mente inferior, confusa y ruidosa, apaga esos ‘destellos de luz’.
Con el “trabajo interno” llegaréis a poder VER las esencias cada vez más seguido y en forma más perdurable, hasta que llegue el día a partir del cual ya no estéis confusos, y vuestras almas brillarán como el sol, y podréis ver “el alma de las cosas”, porque con los ojos del alma solar estaréis contemplando el mundo, y ya no más con los ojos de la carne...

Tomad esta senda interior.
Sed alumnos dóciles y humildes.



Una Presencia Solar



12- EL DISCERNIMIENTO EN EL SENDERO

Discernimiento

Estimados estudiantes de la Vida:
                                                      Vais por caminos sinuosos, donde a cada paso un nuevo desafío se os presenta. Lo que llamáis “problemas”, son en el fondo “aprendizajes”, pero para que veáis los problemas como aprendizajes debéis estar abiertos, receptivos y alertas. La gran masa humana aún no ve la vida como APRENDIZAJE, sino como problemas y dolor constante, y sin cuestionamiento o reflexión; pero vosotros que sois estudiantes de la vida, sabéis que toda vuestra vida es un sendero de aprendizaje, y que el más preciado fruto de las lecciones de vida es la COMPRENSIÓN. Con este concepto básico ya incorporado íntimamente como conciencia ya no podréis volver al camino de la ignorancia y del padecimiento inconsciente del sufrimiento. Al convertiros en “estudiantes”, vuestra actitud frente a cualquier problema que se presenta en la vida es diferente. Ya no tomáis las cosas con atropello y preocupación alterada, sino con una actitud más receptiva, atenta y reflexiva, porque siempre estáis viendo cuál puede ser la lección detrás de los acontecimientos. Esta óptica, esta actitud, os ha cambiado, y ya no podréis volver al camino inconsciente donde el alma aprende por golpes y dolor constante; ya estáis preparados para ver y crecer a consciencia y en ese camino vuestras almas profundizarán en el Sendero que al Espíritu Uno conduce.
El Sendero es evolución consciente como se explicó, y determina desafíos que superar, pruebas y obstáculos que sortear, es por ello que ciertas herramientas os serán irremediablemente necesarias. Estamos hablando del “DISCERNIMIENTO”, en primer lugar.
Ningún verdadero estudiante puede ir más allá ni avanzar en el Sendero interior sin el empleo del discernimiento; pero es necesario tener muy en claro qué es el discernimiento en el camino espiritual, porque si no se entiende bien su significado, podréis pensar que lo estáis empleando y no ser así en realidad. Clarificar pues ‘el concepto’, es lo primero y principal.
El discernimiento comienza con una actitud de observación. Esto es lo primero; y sigue con la penetración de la conciencia en aquello que se quiere ver y dilucidar. Por ejemplo: cuando se os presentan dos posibles caminos a recorrer y debéis elegir cuál tomar, el discernimiento debe ser necesariamente empleado para no caer en errores y lamentaciones posteriores. Discernir en ese caso será ver las características de ambos caminos, a dónde conducen, y observar también qué dice vuestro corazón, vuestro sentir, al respecto. Pondréis en la “lupa” de la profunda observación también a vuestro “sentir”, para saber de dónde y por qué podréis estar sintiendo de esa manera, porque no todo lo que es sentir es puro y verdadero, como vemos que muchos  estudiantes malinterpretan.
Tomaréis un tiempo para sopesar en vuestro interior cada cosa y veréis cuál de los dos caminos es el más verdadero y cuál el más ilusorio; porque el discernimiento es sopesar en el interior de la conciencia entre lo verdadero y lo falso, entre lo más auténtico y esencial para la evolución, y lo que es proyección, ilusión y deseo pasajero.
Por lo tanto, discernir, desde el punto de vista de la conciencia que está evolucionando, es el movimiento energético interno que agudiza la visión y ayuda a VER el camino correcto, el del mayor bien para el alma. Desde esta óptica, discernir, no es solo comparar entre diferentes cosas según lo conveniente al deseo personal…, sino algo muy diferente, ya que toma en cuenta como primera medida al alma, y no tan solo a  los provisorios deseos y tendencias de la personalidad humana. Por lo tanto, discernir puede entenderse como ahondar en la real necesidad del alma, y desde esa visión, decidir.
Esto estará claro para los estudiantes ya entrados en el Sendero espiritual, pero es un tema dificultoso para quienes apenas están saliendo de una vida confusa, arrastrada de un lado a otro por las corrientes de los deseos, condicionamientos y hábitos. Discernir es saber detener esas mareas astrales y psíquicas y caminar en el rumbo elegido conscientemente.
Con el discernimiento la ceguera que acosaba al peregrino se va diluyendo, apareciendo a cambio la luz de la conciencia, que será sus nuevos ojos. Ya las formas materiales y sus sugestiones y apetitos no pueden confundir al estudiante: porque sus ojos internos, los de la Conciencia profunda, lo van guiando al Sendero, aunque al principio solo a tientas pueda caminar, con dificultad. Sin embargo, aunque su avance a tientas en la penumbra sea aún lento y lleno de obstáculos, aún así, ya su rumbo está firme y claro. Solo le bastará profundizar más y más en su alma, empleando el discernimiento como “pico escavador”.
Con el empleo incansable de esta herramienta interior el estudiante terminará al fin de crear el “PUENTE” entre la mente inferior y la mente superior en la región álmica, desde donde fluirá ya sin mayores trabas el manantial de la vida del alma espiritual. Ahondando así, y aún más en este proceso, nuevas energías del alma, búdicas (intuitivas), comenzarán a fluir por el puente ya establecido entre “lo superior” y “lo inferior”, y el peregrino se irá transformando en un ser receptivo a los impulsos del alma y a los propósitos de la Vida; descubrirá así su función más claramente dentro del orden de la vida evolutiva, y hallará una Paz y Alegría que aún no conoció; paz y alegría no relacionadas con algo material, sino con su auténtico Ser.
Este ha sido un breve relato del camino del estudiante de la Vida, desde el comienzo de la vida consciente, pasando por los procesos de desafíos que el Sendero depara, hasta el encuentro real con la vida del Alma y su afluencia hacia “abajo”, a través del antakarana (puente) y expresándose entonces como servicio.
Que la Paz de esta comprensión fructifique en cada peregrino.

En Luz y Paz,
                                                   Fuente Solar.                             
                                                                                                      05-11-12.-  10 hs.