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sábado, 18 de abril de 2015

15- LA CURA ESENCIAL



Mensaje recibido el 3-1-2010 en el seno de un grupo de meditación y servicio. Se difunde ahora públicamente porque puede ser provechoso para otros…



            Modelan energías de cura en y a través de ustedes; estén tranquilos y reposen (…) Estando alertas absorberán más y mejor estas energías (…).

            La cura interna es el Sol en ustedes abriéndose paso en y a través de la espesa bruma de ansiedades, locuras y bloqueos…, pesadas cargas de otras vidas, es decir, en lenguaje técnico: ‘SKHANDAS’ que el Sol purga y quema a su paso en su intento y propósito de volverse presente y radiante en la tierra, como lo es en el cielo. El hombre no conocerá la “cura”  hasta que no sepa el significado de la verdadera cura, que es este que les hemos dado.

            Hasta ahora la cura ha sido manejada por la ciencia, tanto occidental como oriental, con el auxilio, provechoso, claro está, de los reinos mineral, vegetal y animal y también del reino elemental. Así han surgido métodos de cura variados, como la Homeopatía, los métodos florales, la Herboristería, la Antroposofía, y hasta métodos de meditación, afirmaciones científicas, etc. La vitalidad de la esencia cósmica elemental ha sido empleada en curaciones por magnetismo e irradiación (como la imposición de manos), a través de muchos y variados métodos. Pero la CURA de la que aquí hablamos no está vinculada a los agentes de los nombrados ó similares, pues es la verdadera CURA interna, que no depende de agentes activos de la naturaleza para producir una cierta sanación ó reequilibrio, sino que, como fue dicho, esta cura viene desde lo hondo del ser humano, es la cura espiritual por excelencia, una cura que no precisa de otra cosa más que de la predisposición interior, nada más.
  
            PURIFICACIÓN es el proceso activado en esta cura. Dolor, incomodidades varias, tanto físicas como emocionales y mentales son el “síntoma”, y la AUTOCONSCIENCIA CRÍSTICA Ó SOLAR es el resultado ineludible. Esta autoconciencia espiritual no puede florecer de golpe, de un momento a otro, sino que es un proceso. El Sol Crístico en el hombre va desprendiendo, purgando y quemando una a una las capas de sombras psíquicas que conforman lo que ustedes llaman “yo inferior”; hasta que llega un instante en el cual, al igual que sucede al pelar una cebolla, no hay mas capas. Este momento es el de la ILUMINACIÓN; aquí la comprensión real llega y los conflictos cesan por completo.
   El Plan Divino es un trazado arquetípico dispuesto para que la raza humana alcance este “despertar de consciencia”. Por ahora, el Sendero de este trazado maravilloso lo transitan pocos, una porción minoritaria de la humanidad. Estos que lo transitan son llamados por ustedes “discípulos” ó “chelas”. El final del recorrido ó meta del chela es el Adeptado, que lo coloca ante la puerta de la gran Iniciación ante el Señor del Mundo, y con una nueva y gran responsabilidad como agente activo para el desarrollo del Plan Divino.

            Ser discípulo es vivir entregado al Altísimo, dispuesto para sacrificar todo lo humano y personal por lo Divino e impersonal. Este aspecto es poco comprendido y es el más importante. Muchos hermanos poseen un gran entusiasmo por las cosas que llaman “espirituales”,  y muestran mucho interés, pero cuando llega el momento de tener que sacrificar ó ceder algo de sí mismos por aquello que buscan, se repliegan, volviendo sobre sus pasos que con tanta decisión parecían haber dado. Esta es la realidad de muchos, los cuales no pueden ser llamados discípulos, sino tan solo “aspirantes” al discipulado. Esta categoría de individuos, los “aspirantes”, se prueban durante sus vidas día a día, y algunos, superando esas pruebas, son aceptados como discípulos y comienzan entonces el duro trabajo de PURIFICACIÓN. La purificación es profunda y tanto física como psíquica, removiendo todo el trasfondo de la consciencia, purgando capas de creencias y condicionamientos hasta dejaros ‘vacíos’, sin “yo”, pero llenos de una nueva luz.
            Esta purificación algunas veces llega a manifestarse como “enfermedad”, pero recordamos que es solo el síntoma ó etiqueta de un factor profundo de verdadera CURA INTERIOR.
            El Orden Solar vuelve sensibles y activos en los planos sutiles a los que transitan este Sendero.
            Estén alertas, y sepan ver por qué y para qué están en esta nueva vida, caminando hacia la Luz Una.


Zakiamuni.    El Sol en vosotros.






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